Mira detrás de la máscara y verás la realidad...

¿Quién me diría que tu podrías herirme de esta forma? Nadie me advirtió de que me darías un golpe por la espalda, que me mentirías una y otra vez, incluso en el final... ¿Me quisiste alguna vez? Empiezo a dudarlo, lo siento. Me has herido a más no poder, has hecho que derrame lágrimas que creía no existían, has conseguido que me vuelva cerrada, oscura, desconfiada... Y que pierda a mis amigos. Sí, hay gente ahí, en algunos incluso puede que confíe... Pero ya llevo ese miedo encima de que me hagan daño ellos también, de que me engañen, me mientan y me destrocen otra vez, para después vender mis trozos por ahí.

Muy bien, tú lo has querido. Ahora juego yo. Ahora te toca perder. Ahora vas a sufrir.